martes, 5 de noviembre de 2013

MEMORIAL “MEMORIA Y VERDAD” Colectivo Bordemos por la PAZ Guadalajara Homenaje 72 MIGRANTES

Pañuelos con historias de vida bordadas, historias de muerte, historias de desaparición, silencio, impunidad y reflexión. Así es como el Colectivo Bordemos por la Paz Guadalajara, un grupo de activistas sociales junto con personas de la sociedad: mujeres, hombres, jóvenes y niños  reconstruyen la memoria de las personas que ya no están o permanecen desaparecidas producto de la violencia o el crimen organizado en el país. Lo hacen a través de la reconstrucción de las historias de vida de las víctimas bordadas en pañuelos de tela.

Bordar pañuelos como un arma, bordar a modo de escudo, como catarsis para quienes han perdido un ser querido a causa de la violencia desmesurada del país.

Este viernes 1, sábado 2 y domingo 3 de noviembre se llevó a cabo en la ciudad de Guadalajara Jalisco en el Laboratorio de Artes y Variedades mejor conocido como el LARVA, el segundo memorial “Memoria y verdad”  del colectivo Bordemos por la Paz Guadalajara. Un homenaje en donde se expusieron todos aquellos actos violentos y de lesa humanidad en contra de ciertos sectores vulnerables del país. Homicidios a periodistas, feminicidios, crímenes de odio, desapariciones forzadas y también atentados contra migrantes fueron parte de este homenaje doloroso y en busca de reflexión.

En el evento se montaron distintas instalaciones donde se honró la memoria de los caídos y desaparecidos.  Una de ellas fue la de los 72 migrantes asesinados  y encontrados en  San Fernando Tamaulipas hace tres años. Laura R. Patterson maestra  de matemáticas  de bachillerato del TecMilenio, activista del colectivo y miembro organizador del evento relata cómo fue que se decidió retomar el caso y exponerlo en este memorial:

"Cuando se plantea en la exposición en el Larva poner cruces con los nombres  de tantos que hemos bordado. Y yo le dije 20:11 hay pañuelos de migrantes y vino el padre Solalinde y se pusieron a bordar los consejos del migrante. Y por qué no lo hacemos de los 72 migrantes que murieron en Tamaulipas".

72 cruces, nueve colores diferentes,  ocho cruces de cada color. Una cruz por cada uno de los 72 migrantes y una más blanca por todos aquellos que faltan y que ya no están o permanecen desaparecidos. Laura Petterson como encargada de la instalación reconoce que la labor fue difícil, simplemente dolorosa, conocer cada historia fue reconocer que el país se desprende a pedazos y que cada uno de estos migrantes viven un vía crucis en su travesía atravesando el país:

"Primero fue pintarlos y después lo más difícil fue buscar los nombres, porque  hay una página que se llama los 72 migrantes donde están las historias de diferentes escritores que dedicaron un pensamiento a cada uno de ellos de los 72.  Tuve que leer todas las historias para sacar su nombre, su edad y su país".

Fue complicado. Laura reconoce que la labor personal no fue sencilla incluso impactó en su vida personal. Cada cruz significó una persona, un migrante asesinado o desaparecido que algún día fue la esperanza de una familia en alguna parte del mundo. Cruces no sólo con nombres, no sólo con datos sino humanos que nos duelen. Crímenes patéticos y crueles que le arrebataron la vida a un ser humano:

"Lo más fuerte fue darme cuenta que esto ocurrió entre el 22 y 23 de agosto del 2010 mi hija nació en ese día. Ese fue el primer golpe de conciencia de decir que difícil, luego poner los nombre  a cada uno de ellos a cada cruz. 22:45 ya al final ya uno comienza a soñar, esto lo hago de noche y es acostarte con los nombres, con las edades, la mayoría de ellos son más chicos que yo".

Cada cruz sin importar el color, ya fuera verde, amarilla, azul o rosa, llevaba implícita una historia, un rostro reconocido. Laura compartió un par de historias de vida desgarradoras de dos migrantes jóvenes una chica y un chico a modo de reflexión y como un tributo en solidaridad a ellos que se fueron de sus casas en búsqueda de algo mejor:

"Hay una niña de 15 años que dos semanas antes,  le tomaron su foto con su vestido de 15 años, hay un chavo que lo identificaron pues traía la misma camisa con la que le tomaron una foto antes de partir una camiseta roja y esa camiseta es la misma que trae cuando lo encontraron amarrado y muerto. 30:41 no imagino tanto dolor, creo que todavía es mas fuerte un desaparecido, `por eso en el caso de los migrantes es más fuerte porque sabes que se fue a otro país como voy a buscar a mi familiar en un país que no conoces".

Durante el memorial se presentó el documental “Entre serpientes y escaleras” una producción de  Tres Gatos Films, esta película recuenta la realidad de los migrantes desaparecidos y la tragedia humanitaria que viven en su travesía por México.

Entre memoriales y protestas ya no nos cabe tanto dolor. Por ellos que somos nosotros.

Para Rumbo al Norte Dalia Souza

No hay comentarios:

Publicar un comentario