martes, 24 de septiembre de 2013

PERFIL JÓVENES RUMBO AL NORTE CAROLINA, OLGA Y KELVIN HONDURAS

Se ve la juventud en sus ojos, esa mirada ávida de vivir la vida y luchar por ella. A diez días de emprender el camino desde su natal Honduras hoy llegaron a Guadalajara, se trata de Olga Aguilera de 27 años, Carolina Alcantara de 17 y Kelvin Cázares de 20, todos primos, todos con la misma plegaria: cruzar la frontera Norte de México y retribuirle a sus padres todo el esfuerzo que hicieron por ellos mientras crecieron y los criaron:

"Nosotros salimos de nuestras casas para darles una mejor vida a nuestras familias, un mejor futuro, nuestros padres ya hicieron por nosotros ahora queda devolverles un poquito de lo que ellos han hecho".

A Carolina y a Olga las espera un tío en Miami quien les promete trabajo y asilo. Mientras, Kelvin planea llegar Phoenix para conseguir empleo después de haber sido deportado hace un mes y medio de Sonora, para él, esta es la quinta vez que emprende este viaje rumbo al añorado “sueño americano”.

Sus sonrisas parecen esbozar una realidad diferente a la de sus países, allá donde la falta de empleo y de oportunidades arrastra a miles de jóvenes y menores hondureños a decidir salir de sus casas hacia Estados Unidos sólo para mantener a sus familias.

Quizá esa mirada vivaracha y esas sonrisas se deben a que no les ha ido tan mal durante su viaje, por ahora no recuerdan ningún percance, fuera del miedo que implica montarse en La Bestia y estremecerse sobre el hierro frio de su coraza metálica:

"Pues bendito sea Dios nos ha ido bien, una porque venimos con él y como es varón nos viene cuidado, si viniéramos solas quien sabe. Carolina no pues todo tranquilo hay uno que otro que nos voltea a ver ya les dio miedo. La verdad miedo nos dio al subirnos al tren al abordarlo, pero ya al bajarnos, pero cuando uno tiene que subirse y bajarse sí da un poquito de miedo".

A veces en las noches, mientras el frio del viento congela el cuerpo los recuerdos vienen a la mente, las angustias se vuelven parte de uno y el deseo de volver apremia conforme aumenta la distancia:

"Pues uno piensa en su familia, uno piensa en su familia, porque uno sabe que se va esforzando para su familia. En mi papá en mis hermanos, menores que yo ellos están en honduras".

Kelvin tiene dos hermanos y una madre que mantener, a Carolina la espera su madre, su padre y tres hermanos en Honduras a Olga también la viva la esperanza de encontrar un empleo y mandarle dinero a sus padres. La escuela para ellos no fue una opción, pues aseguran que la pobreza en sus países y la falta de fuentes de empleo no discrimina entre profesionistas, graduados, no existe diferencia y para todos es difícil obtener un empleo:

"La verdad es que faltan muchas fuentes de empleo en Honduras. Entonces uno busca y busca y nada, por eso uno se viene, que quedarse estancado en nuestro país, eso es lo que nos hace llegar hasta aquí. La falta de trabajo que hay en nuestro país".

Su mirada sigue puesta en la frontera, en el deseo de cruzar y en verdad conseguir algo mejor. Dios ha sido bueno con ellos y sus plegarias se elevan al cielo confiando en que pronto llegaran y cruzaran al otro lado:

"Espero llegar a Estados Unidos para ayudar a mi familia. Yo igual y dios nos ayude para podernos llegar al igual que las demás personas que quieren cruzar. Espero cruzar como las demás veces".

Para Rumbo al Norte Dalia Souza.

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